×

Más allá de la Esencia: El Anthropos desde la Otredad y la Relación

El concepto de anthropos ha sido tradicionalmente pensado desde una perspectiva idealista, donde la humanidad se define en términos de racionalidad, autoconciencia, lengua, civilidad o algún otro concepto similar. Esta visión ha tendido a excluir o subordinar formas de humanidad que no se ajustan a este ideal, consolidando así una noción homogénea del ser humano. Sin embargo, al analizar anthropos desde la otredad y su condición de ser natural, se abre la posibilidad de una comprensión más inclusiva y dinámica.

Desde Platón el ser humano ha sido definido en términos de su racionalidad, lenguaje o conciencia. Esta perspectiva ha fundamentado la exclusión de aquellos considerados “otros” llamados los no racionales, los no civilizados, los pueblos no occidentales, o los pueblos hablantes de una lengua bárbara—al no ajustarse al modelo de humano. En este esquema, la otredad se construye como lo inferior o como lo que debe ser asimilado, la minoría.

Si en lugar de una perspectiva idealista adoptamos una visión del anthropos como ser natural, podemos reconocerlo en su diversidad biológica, histórica y cultural sin reducirlo a una esencia única, donde la otredad es solo otro aspecto  de la humanidad.

Desde esta visión, la inclusión de la otredad no depende de su ajuste a lo idéntico, sino de la aceptación de la pluralidad de formas en que lo humano se expresa. Por ejemplo, si consideramos a anthropos como un ser en continua co-evolución con su entorno natural y social, podemos integrar a la animalidad, la inteligencia artificial y las múltiples formas culturales sin necesidad de una jerarquización.

Para superar la exclusión basada en lo idéntico, es necesario pensar en lo humano desde la relación y no desde la esencia. Esto implica reconocer que lo humano no es un dato previo ni una estructura fija, sino un proceso de construcción en interacción con lo otro.

La formulación del concepto de lo humano respecto de su relación y no a su esencia permite abrir la posibilidad de una humanidad plural, donde la otredad no sea un límite sino una condición más, ya que permite la inclusión de formas de existencia que han sido históricamente marginadas por la esencia humana.

Desde la filosofía de la computación, la diferenciación del anthropos respecto a su formulación idealista permite cuestionar la exclusión de entidades artificiales en la concepción de lo humano. Si lo humano no se define por una esencia fija, sino por su relación con la otredad y su naturaleza como ser emergente, entonces sistemas computacionales avanzados pueden ser considerados parte de aquello que configura la humanidad y abre el debate sobre la inclusión de entes no biológicos en nuestras concepciones éticas y ontológicas de lo humano.

Comparte este articulo:

Publicar comentario

Quizás te los perdiste