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Economía Política de la Basura en San José Río Verde en Guadalajara

En años recientes la relación hombre-basura-grupo social ha cobrado una importancia relevante. Una de sus principales expresiones radica en las distintas formas de reciclaje, con el fin de reutilizar los desechos con la finalidad de no generar desechos excesivos. En la agenda pública social han cobrado importancia, a su vez, diversas medidas de protección ambiental. Uno de los aspectos más importantes de estas medidas es la modificación del destino de los desechos que surgen del consumo de productos de uso cotidiano, en el cual ha surgido una diversidad de grupos y organizaciones cuya iniciativa ha sido la de reciclar la basura desde diversos métodos.

En el marco de la agenda 2030 de las Naciones Unidas, se ha impulsado el reciclaje y la reutilización de los desechos como parte de una educación y ética ambientales, con el fin de impulsar una cultura más consciente de las consecuencias futuras que puede tener la cultura del consumo en el incremento de la contaminación del medio ambiente.

La calidad de vida de la población en relación con la acumulación de basura resulta alarmante debido al llenado de los depósitos de basura, ya sea a nivel nacional o local. Esto es preocupante, ya que los gobiernos se han mostrado incapaces de resolver el qué hacer con los desechos. Asimismo, las condiciones de trabajo de recolectores de basura y de trabajadores de la limpieza resultan insuficientes para que éstos mismos puedan evitar desarrollar importantes problemas de salud, debido a las insuficientes medidas de higiene y seguridad en el trabajo de recolección.

La ONU establece como un derecho fundamental la conservación las condiciones de calidad de vida en toda población humana, para lo cual resulta preciso desarrollar un sistema de recolección y procesamiento de desechos eficiente, mismo que lleve a cabo la recolección adecuada para toda la población por igual. Estas medidas deberían incidir en todos los niveles de gobierno: federal, estatal y municipal, puesto que forman parte de recomendaciones internacionales.

La aplicación de dichas normatividades debe tener por motivación el cuidado del medio ambiente, por lo que una cultura consumista resulta incompatible con las necesidades de conservación medioambiental, pues, en lugar de reutilizar materiales sintéticos cuya vida útil puede alargarse fácilmente, en una cultura consumista los desechos no son reutilizados. Esta cultura del consumo ha provocado, a la larga, que existan verdaderas islas repletas de basura plástica en diversos países del mundo, especialmente en el continente africano, en donde se ha documentado la existencia de vertederos de basura proveniente de aparatos electrónicos. Por casos como estos es que se vuelve importante que un individuo logre desarrollar una cultura del reciclaje que logre ser capaz de combatir el cambio climático.

El modo en que se lleva a cabo el reciclaje en México, sin embargo, no está exento de crítica, pues carece de una correcta sistematización en cuanto al proceso íntegro de su recolección, separación y reutilización. Ello puede verse en el hecho de que, debido a que la basura se mezcla indistintamente después de haberse separado en la recolección, la población no tiene información sobre lo que pasa en realidad con la basura, o bien sobre cómo se lleva a cabo todo el proceso de reciclaje en distintas instancias, por lo que una cultura del reciclaje queda incompleta.

 La mayor parte de esta basura va a parar en grandes depósitos sin distinción alguna sobre su origen o posible reutilización. El desconocimiento y la falta de acato hacia las medidas necesarias para llevar a cabo el proceso de reciclaje, sobre todo en la población no capacitada, repercute en una menor conciencia ambiental y en el fomento de una cultura del consumo en la que se ignora de qué manera circulan los desechos en las urbes y el daño ambiental que estos provocan sin un adecuado tratamiento.

Los recolectores de basura de la colonia San José Rio Verde, en Guadalajara, consiste, en gran medida, en vender objetos cuya vida útil puede volverlos reutilizables. El reciclaje también se da en diversas industrias en las que no se desperdicia ningún material, con el fin de reutilizar materia prima sobrante en la producción futura, generando así mayores ganancias. Es posible crear nuevos empleos mediante la innovación ambiental.

Con el debido cuidado ambiental, sustentabilidad, pueden registrarse empresas y formas de trabajo que han podido generar importantes ganancias a partir del reciclaje. Asimismo, para promover el reciclaje permite, a la vez, fomentar una mayor cultura ambiental, contrarrestando así la cultura del consumo que ha impulsado una mayor producción de basura en años recientes.

Una ventaja de impulsar una cultura del reciclaje es que esta actividad puede convertirse en una interacción entre distintas familias en una colonia como la de San José Río Verde, pues las interacciones y dinámicas observadas en esta colonia pueden ser potencialmente replicables en Guadalajara, a nivel municipal. Ello con el fin de evitar, por ejemplo, las habituales inundaciones en la ZMG, provocadas no solo por la mala planeación urbanística, sino también por los desechos que se producen en distintas zonas de la ciudad por toda una diversidad de actividades y que, con las lluvias, son acumulados en las cloacas, evitando el correcto drenaje de las aguas.

En el caso específico de este estudio, los pobladores de la colonia San José Río Verde, puede observarse que el reciclaje se ha convertido no sólo en una cultura “necesaria”, para cuidar el medio ambiente, sino también y, sobre todo, en una oportunidad para generar ingresos familiares. Esto provoca que una cantidad considerable de pobladores reproduzcan los mismos patrones de conducta, siguiendo las propuestas de reciclaje que impulsan las pequeñas empresas familiares que reciclan la basura para hacer re-uso, con el fin de generar ventas dentro de la misma colonia.

Los ingresos generados por las actividades microempresariales en esta colonia pueden aumentar considerablemente si estas actividades de reciclaje quedan avaladas por normas oficiales, como la Norma ISO 14001 (Organización Internacional de Normalización). Bajo esta norma se regulan las empresas que se basan en los tratados de la ONU sobre la basura. Esto implica generar una normatividad específica para la regularización del reciclaje en empresas y gobierno, en torno al manejo correcto, disposición adecuada y procesamiento óptimo de los desechos. Lo anterior, además de incrementar las ganancias de las empresas familiares y elevar la calidad de vida en la colonia, también puede configurar una responsabilidad social y ambiental, no sólo corporativa, sino familiar, individual y colectiva.

El reciclaje impulsado por estas familias genera que esta actividad no solo como un imperativo normativo, sino también como una posibilidad de establecer una economía local circular no contaminante. Implica, además, una forma de autoempleo, de manera que esta actividad se vuelve cotidiana y constituye así una mejora en las condiciones sociales de la colonia, generando así, además, una conciencia ética ambiental articulada con el trabajo y la vida diaria.

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